Tuesday, March 24, 2015



Lección
#88
Cosechando miel
Para iniciar con este controversial tema, pongamos las reglas del lingo o lenguaje con las que hablaremos.
Cuando hablamos de miel, esto es el néctar floral, que después de colectado, ha pasado por los buches o estómagos de las abejas, transportado desde las flores y ha sido depositado en las celdas. Ya en las celdas, el contenido de agua de 83% y de un 17% en sólidos, es revertido a un 83% en sólidos y un 17% en agua.
El néctar es la substancia dulce que sale de las flores.


Usualmente, la mayoría de nosotros extraemos la miel, cuando termina el flujo de néctar o “melada”, que es cuando la floración llegando a su cúspide, termina de producir cantidades substanciales de néctar y las abejas ya no llenan los bastidores con la rapidez deseada. Para los que con ansiedad esperan la cosecha, o que les gusta o necesitan cosechar unos cuantos bastidores a la vez, tenemos que verificar que para extraer miel, tenemos que dejar que la miel este al 80% operculada o “tapada” con cera que es el indicador que las abejas nos dan, para señalar miel que está madura. Si el resto de la miel en las celdas, esta sin opercular, se debe de verificar que la miel ya este madura para la extracción.
La forma más fácil para determinar si ese bastidor que no ha sido totalmente operculado contiene miel madura, es tomar el bastidor y volteándolo con las celdas apuntando hacia abajo, se le da un golpecito al bastidor con la palma de la mano. Si observas que del bastidor salen gotas de néctar, la miel no está madura. Si la cosechas con un alto contenido de agua, y la almacenas, la mescla de miel madura y néctar que aun no ha alcanzado la madures, tu mescla completa se te puede echar a perder por el exceso de humedad. La fermentación de mieles no maduras, es un error común en los apicultores novatos y desesperados. Si te gusta el vinagre de miel, o la cerveza o vino de miel, estas mesclas son perfectas para eso. La virtud absoluta de una extracción de miel exitosa, es tener la paciencia necesaria para saber esperar. Para los que no contamos con muchas alzas para levantar torres, la extracción hormiga o por unos cuantos bastidores a la vez, puede evitar que las abejas se enjambren por falta de espacio para almacenar miel.
Nunca dejes tus alzas después de la última floración antes del invierno. De hacerlo, la reina al dejar su postura como respuesta a la llegada del invierno, dejara la cámara de postura vacía, y las abejas transportaran la miel de las alzas, a la cámara de postura. Si dejas las alzas hasta el momento que la temperatura baja, la miel se cristalizara o se hara tan viscosa, que su extracción será difícil de efectuar. Es siempre mejor extraer la miel cuando la temperatura es alta, y cuando las abejas aun tienen unos días extras de flujo de néctar, para que al verse sin reservas, busquen con gran diligencia reponerse de la cosecha que has realizado.
Al momento de la extracción, y si no piensas ya instalar tus alzas, es bueno dejar que las abejas limpien las alzas de toda miel que se haya quedado en las celdas. También es bueno, si al extraer tu miel en una sala de extracción, que solo dejes una ventana iluminada al final del día,  para que las abejas que siempre encuentran la manera de colarse a la sala de extracción, al ver la luz, -porque son altamente atraídas a la luz, encuentren la manera de reintegrarse a sus colmenas.

En las grandes salas de extracción, donde se colectan grandes cantidades de miel de diferentes lugares, es siempre sabio instalar una ventana falsa, que teniendo un foco al otro lado, lleve las abejas a una segunda cámara o jaula donde se agrupen las abejas al buscar salida. Al final del día, el enjambre de abejas a granel colectado, se pueden instalar en una cámara de cría o algunas alzas, y dándoles una reina enjaulada, se forma una colmena instantánea.

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